Tras oír algunas recomendaciones sobre las instalaciones del cementerio, decidí adentrarme en él a dibujar un poco.
Me cogió un poco de yuyu a decir verdad, pues no pensaba que las lapidas fueran tan claustrofóbicas.
Sin embargo, fui todo el trecho brincando entre ellas, hasta encontrar una lápida suficiente baja como para que me sentara en ella y empezara a dibujar lo que me rodeaba.
Sin embargo, por desgracia mía, no pude evitar que cierta culebra se chocara conmigo.
Si no me equivoco, se llamaba Dylan, o eso creo, pues no me dijo su nombre, pero por los rumores que corren en el castillo, creo que se llama así.
Al parecer no es el único de su familia que cursa en Hogwarts (crucemos los dedos para que los otros no sean tan sumamente anormales como él).
Se dedicó a burlarse de mi, pero la verdad es que no tardé mucho en coger mis cosas e irme.
Sinceramente, que quede entre nosotros, tengo unas ganas tremendas de volver a "charlar" con él.
En el hipotético caso de que leyera eso, un besazo enorme pivón ;) (puaj)
